Tratamiento en Acupuntura del Dr. Luis Miguel Alonso

La acupuntura consiste en la inserción de agujas (acu) muy finas en la piel, en puntos (puntura) estratégicos del cuerpo, siendo la herramienta más conocida en occidente de la Medicina Tradicional China y se utiliza para el tratamiento de las enfermedades y el dolor de los pacientes. En nuestros días, su uso es cada vez cada vez más frecuente para mejorar el bienestar general y complementar y reforzar los tratamientos de la medicina moderna.

Cómo funciona la acupuntura tratando enfermedades

La gran efectividad de la acupuntura, como explica la ciencia actual, es gracias a la inserción de las agujas en puntos muy estratégicos dentro del organismo que, en muchas ocasiones, coinciden con nervios, músculos y tejidos conectivos que estimulan la secreción en glándulas y otros órganos, hormonas y sustancias analgésicas propias del cuerpo, recurriendo así a la farmacia que reside dentro nuestro organismo y activando, de esta forma, las vías de autocuración naturales del cuerpo humano.

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    La acupuntura y su relación con la energía

    Los antiguos textos de la Medicina Tradicional China explican la acupuntura como la técnica para equilibrar la energía o fuerza vital, conocida como «chi» o «qi», que se cree que fluye a través de unos canales (meridianos) en el cuerpo. Al insertar agujas en puntos específicos en estos meridianos, los acupunturistas consideran que el flujo de energía se reequilibra.

    La opinión personal del Dr. Luis Miguel Alonso sobre la energía y cómo ésta repercute e influye en nuestra salud

    En mi opinión, y como contribución personal de mi experiencia con la acupuntura, deseo aportar mi forma de entender la energía y su importancia e influencia en nuestros organismos, además de cómo repercute en nuestra bioquímica y en nuestra salud en general. Una ciencia a la que se le denomina Bioenergética.

    Los antiguos médicos orientales solían decir en sus textos clásicos de medicina que «Una energía determinada puede hacerte enfermar hasta morir«.

    Y, aunque esto puede sonar algo complejo, imagina por un momento que te encuentras en una situación de peligro inminente, como el ataque de un león o un incendio. Esta situación imprime irremediablemente una determinada energía en tu organismo, que se activará y alertará ante tal situación, alterando tu propia energía. Así, si esta situación de peligro se prolonga en el tiempo indefinidamente, la energía afectará en tu organismo hasta hacerte enfermar.

    Toda esta situación energética, traducida a la Biología Humana, la entendemos bien, ya que una situación de peligro nos genera una emoción, en concreto el miedo, que activará el sistema nervioso de supervivencia (sistema nervioso autónomo simpático) liberando en tu torrente sanguíneo una gran cantidad de adrenalina para luchar o huir, estimulando nuestro sistema nervioso de atención, no permitiendo el sueño ni el descanso, aumentando la tensión arterial, la frecuencia cardíaca y sustancias bioquímicas como la adrenalina, la noradrenalina y el cortisol, presentes en nuestra sangre.

    Así, en esta situación y sin que nadie en ningún momento nos la hubiera inyectado, nuestro organismo genera estas sustancias de forma constante por nuestras emociones de estrés y miedo durante un largo periodo de tiempo. Y ya sabemos, por la ciencia medicina moderna, que acabaríamos enfermando e, incluso, muriendo.

    Y toda esta evidencia científica da sentido a las palabras de los ancestrales médicos orientales en sus antiguos textos, que he mencionado anteriormente.

    Acabamos de observar, una vez más, cómo algo tan abstracto como la energía se puede transformar en química en nuestro organismo y, por lo tanto, aceptamos el efecto bioquímico de las emociones en nuestro organismo como, en este caso, el miedo. Y, siendo las emociones tan abstractas como la energía, también entendemos el poder que poseen para generar la presencia tangible y medible de sustancia química en nuestro organismo en cuestión de segundos.

    La ancestral Medicina Tradicional China nos habla de las energías y la necesidad de equilibrio en ellas para la buena salud. Y, hoy en día, por medio de la ciencia y por nuestras experiencias personales, ya conocemos la influencia que tienen las emociones en nuestro organismo como el miedo, la ira, la alegría o la tristeza y cómo el perfecto equilibrio de estas emociones son parte fundamental en el mantenimiento de nuestra buena salud.

    Me vino a la mente un ejemplo más bonito aún, como es ese recuerdo de la energía positiva al estar enamorados y que, al estar en esa situación emocional, producimos en nuestro organismo una química determinada al ver a la persona que nos gusta y que, según la ciencia medica, es una liberación en sangre de dopamina y serotonina¡La bioquímica de la felicidad!

    Evidencia cientifica sobre la acupuntura

    La acupuntura es la terapia que cuenta con más estudios y evidencia científica de todas las terapias naturales.

    Curiosamente, gracias al adelanto médico actual, sabemos que los canales o meridianos que describen los antiguos médicos practicantes de la Medicina Tradicional China están íntimamente relacionados con nuestro sistema nervioso y que existe una clara relación entre el recorrido de los nervios en nuestro cuerpo y los puntos en los que se aplican las agujas de acupuntura.

    Cuando se pincha un punto determinado de la pierna, por ejemplo, se incide directamente y estimula una zona inervada por ese mismo segmento nervioso, cómo puede ser una inervación en el útero.

    También las agujas puede ser clavadas con diferentes profundidades y ser manipuladas de una forma determinada, según la patología o enfermedad que se quiera tratar, liberando sustancias bioquímicas de nuestro organismo, segregadas por nuestras propias glándulas al ser estimuladas por el acupuntor, produciendo múltiples efectos en nuestro cuerpo, como puede ser el efecto analgésico antiinflamatorio vasodilatador.

    Uno de los numerosos estudios, con respaldo científico, que se realizó para fundamentar el efecto fisiológico de la acupuntura en el organismo, demostró cómo la inserción en puntos típicos, bajo mediciones en laboratorio, estimulaba una sustancia llamada «gaba», que es una proteína que actúa como neurotransmisor inhibidor que relaja nuestro sistema nervioso y cerebro y, mediante pruebas de imagen, se comprobó que aumentaba la llegada de oxígeno a la zona de tratamiento tratada con las agujas del acupuntor, siendo este hallazgo, entre otros, la explicación de muchos éxitos de los acupuntores en la antigüedad, tratando lesiones físicas con sus agujas, pese a no ser conocedores de la bioquímica moderna, pero sí dotados de los conocimientos y experiencia en los que se basa la Medicina Tradicional China para resolver los problemas de salud de sus pacientes.