Tratamiento de osteopatía del Dr. Luis Miguel Alonso

¿Qué es la osteopatía?

La osteopatía es una medicina natural en la que las únicas herramientas terapéuticas que se necesitan para tratar a los pacientes son las manos del terapeuta. Por eso, se considera la medicina manual por excelencia en la que, por medio de manipulaciones y movilizaciones sobre huesos, tendones, viseras, nervios, músculos, etc. se restablece la salud del paciente.

¿En qué se basa la osteopatía?

La osteopatía se basa en el total conocimiento de la anatomía y fisiología del cuerpo humano, así como en el profundo conocimiento de la biomecánica de los tejidos, todo ello con el fin de corregir las alteraciones anátomo-funcionales, que son las causas originales de los síntomas, patologías y enfermedades del paciente.

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    Tratamientos osteopáticos específicos del Dr. Luis Miguel Alonso

    El gran valor del diagnóstico omeopático

    El diagnóstico siempre es la base del tratamiento del osteópata y consiste en buscar la disfunción causante de los síntomas que presenta el paciente, a través de la minuciosa observación y palpación del cuerpo basados en la fisiología y las relaciones mecánicas, neurológicas y bioquímicas.

    A partir de un correcto diagnóstico, el tratamiento osteopático busca restablecer la función fisiológica óptima y, con ello, la salud.

    Para realizar el diagnóstico, es preciso dedicar gran parte del tiempo con el paciente usando las siguientes herramientas:

    1. El interrogatorio clínico extenso del paciente, su anamnesis, antecedentes y características personales de su salud, así como el estudio profundo del motivo de la consulta.
    2. La observación física y aspecto del paciente.
    3. La palpación de las posibles zonas implicadas en la lesión.
    4. Los exámenes médicos complementarios, como analíticas y radiografías.

    Con todos los datos, obtenidos en el interrogatorio y en el examen clínico exhaustivo, el osteópata realizará un razonamiento clínico y un diagnóstico diferencial para determinar un plan de tratamiento adecuado con el paciente.

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    ¿Cómo es el tratamiento en osteopatía?

    El plan terapéutico trazado siempre se llevará a cabo mediante técnicas manuales, como manipulaciones y movilizaciones sobre las estructuras físicas del pacientes (músculos, huesos, nervios, tendones, etc.) para restablecer la correcta salud.

    ¿Qué trata la osteopatía?

    Mediante el tratamiento osteopático, se abordarán múltiples aspectos del organismo del paciente:

    Biomecánico

    Mediante el tratamiento sobre la biodinámica del paciente, se pretende equilibrar y recuperar la función dinámica original de las estructuras osteoarticulares y funciones fisiológicas neurovasculares correctas, en caso de presentar disfunción o alteración de tales funciones. El tratamiento de la biomecánica corporal, sobre las estructuras del paciente, suele abordarse con técnicas de osteopatía estructural.

    Respiratorio y circulatorio

    El abordaje del tramo en todos los aspectos respiratorio y circulatorio corresponde a lo que se denomina el tratamiento fluídico, en el que se busca equilibrar y restablecer la correcta respiración, tanto de los componentes mecánicos, tórax y costillas, así como la correcta normalización de las tensiones y eliminación de las tensiones de los órganos y vísceras implicadas en la respiración, como el pulmón y vías respiratorias, garantizando la oxigenación del organismo.
    Y, por otro lado, la correcta circulación sanguínea y linfática, a través de todos los tejidos del organismo, restableciendo el ambiente intra y extracelular, a través del aporte libre de oxígeno y nutrientes, que se deben intercambiar por los desechos celulares y otros elementos tóxicos, permitiendo la limpieza y restauración del correcto funcionamiento celular y salud global del organismo.

    Neurológico

    En el tratamiento osteopático se dedica gran parte del trabajo a la restauración correcta de la actividad del sistema nervioso central, así como el sistema nervioso autónomo, trabajando, por ejemplo, en reequilibrar la columna vertebral o eliminar obstrucciones o pinzamientos en nervios periféricos, considerando el sistema nervioso como una de las principales vías de conexión de nuestro organismo entre la relación osteoarticular visceral y endocrina.
    El tratamiento con osteopatía de las disfunciones del sistema nervioso del paciente suele abordarse con técnicas de osteopatía neuromeningea y osteopatía craneal.

    Visceral

    La osteopatía es especialmente conocida por el especifico tratamiento manual sobre vísceras y órganos del cuerpo, eliminando restricciones de movilidad o tensiones que perturban el correcto funcionamiento de vías digestivas, renales, hepáticas, etc.
    El tratamiento con osteopatía de las disfunciones sobre las vísceras, órganos y glándulas, suele abordarse con técnicas de osteopatía visceral.

    Psicosocial

    En todo momento, durante el tratamiento el osteópata está cualificado para reconocer y adaptar el tratamiento a todas las variables psicológicas y sociales que pueden estar perturbando la salud del paciente y el bienestar del mismo.
    Mediante técnicas osteopáticas craneosacras, se puede influir positivamente en el estado psicológico del paciente, corrigiendo tendencias emocionales alteradas, como la ansiedad, la ira o el estrés.

    ¿Cómo funciona la osteopatía?

    Los mecanismos de autorregulación en el organismo están asegurados por el sistema nervioso, circulatorio y linfático. Y la pérdida o reducción de estos mecanismos intrínsecos, puede llevar a estados patológicos.

    La intervención osteopática incide en estados pre-patológicos, es decir, en fases de desarreglo funcional o manifestaciones sintomáticas iniciales pero, por falta de información o de cultura sanitaria, la mayoría de las veces se acude al tratamiento osteopático en fases ya avanzadas de la alteración de salud, cuando realmente el tratamiento al inicio de la patología es cuando mas éxito tiene, en vez de haber recurrido primero a cirugías o medicación para mitigar y enmascarar la sintomatología del paciente.

    En estos casos más cronificados, la osteopatía buscará la forma de facilitar los mecanismos inherentes de autorregulación, permitiendo que el cuerpo se recupere y consiga la normalización de las funciones alteradas, lo que se traduce en disminución de los síntomas, desaparición de la lesión original y reencuentro con el estado de salud.

    La osteopatía funcional, por tanto, genera la autorregulación del organismo en cualquier patología de forma intrínseca para el organismo, independiente de soluciones puramente externa o pasivas, como es la utilización, a veces excesiva, de medicamentos. La osteopatía, en un contexto de abordaje holístico, a través de modelos globales bio-médico-psico-sociales, recupera la homeostasia o equilibrio mecánico de todo el organismo, en su conjunto con todos sus tejidos corporales musculoesqueléticos, nerviosos, viscerales, circulatorios etc., y lo hace con la aplicación de técnicas manuales dirigidas a los tejidos identificados como patológicos en el diagnóstico funcional osteopático.

    ¿Cuáles son los principios fundamentales de la medicina osteopática?

    La medicina osteopática se fundamentada en 4 principios básicos:

    La unidad corporal

    El cuerpo es una unidad íntegra en todo su conjunto y, por tanto, la noción de globalidad está determinada por el sistema fascial (tejido conjuntivo) y todas las estructuras corporales están envueltas y comunicadas entre sí por medio de la fascia, que asegura la unidad de función en todo el cuerpo.
    Por lo tanto, el movimiento  de cualquier estructura, tanto en el caso de lesión como en el caso del tratamiento, repercute en el resto del organismo, y la alteración de movilidad de una de ellas afectará al funcionamiento del cuerpo entero, ya que es la restricción de la fascia la que produce la disfunción. De este modo, el síntoma puede estar muy lejos de la causa.
    Por ello, en ocasiones el osteópata trabaja y manipula para desarrollar el tratamiento en otra estructura diferente, dentro del cuerpo del paciente, a la que está dando síntomas o generando dolor, pues esta última no seria la causa originaria de la lesión.

    La estructura gobierna la función

    El buen funcionamiento biomecánico del cuerpo asegura el equilibrio. Cuando las estructuras corporales se mueven con normalidad, el cuerpo está en equilibrio y no existe lugar para la instalación de la patología. Esta podrá aparecer cuando se altera la movilidad, debido a la tensión del sistema fascial, que es la disfunción mecánica que genera procesos de tensión y restricción, que serán el origen de la sintomatología.

    La ley de la arteria

    La libre circulación de los líquidos  y la información nerviosa, a través de todo el organismo, asegura la salud. En el cuerpo se encuentran todos los elementos necesarios para funcionar correctamente y, si la anatomía corporal se mueve con normalidad y sin restricciones, los nervios llevarán la información correcta, por lo que la sangre y los líquidos nutrirán al cuerpo y lo limpiarán de toxinas, de manera que ni los síntomas ni la enfermedad podrán generarse.
    La alteración de movilidad de un órgano, vértebra, etc., generará tensiones y restricciones  que obstruyan las circulación sanguínea o linfática ocasionando dolor, contracturas, y dando lugar a la aparición de la enfermedad. También se contempla que la compresión de un nervio o una arteria puede repercutir lejos de la zona afectada, generando síntomas reflejos o a distancia como, por ejemplo, una gastritis que puede tener su origen en una disfunción de una vértebra torácica.

    La «autocuración»

    Por lo tanto, si la salud se afecta, el remedio siempre lo encontraremos en el cuerpo mismo pues, liberando y corrigiendo  las restricciones mecánicas, posibilitamos que el organismo recupere la homeostasia y equilibrio.
    Entre el nacimiento y la pubertad, el organismo experimenta cambios anatómicos, fisiológicos y psíquicos a un ritmo trepidante, a raíz de las influencias internas y externas. En ninguna otra fase del desarrollo, estos cambios influyen tanto en el crecimiento. La osteopatía ofrece, sobre todo en los niños, la ventaja de poder actuar de forma preventiva, y puede representar un gran éxito en el tratamiento de enfermedades infantiles, tanto las que tienen un origen genético o embrionario como las derivadas del proceso de gestación y, sobre todo, del parto.